Asegura tu estancia en España a través de una inversión significativa, respaldada por un estatus legal. Accede a una amplia gama de derechos y servicios, incluyendo atención médica y educación. Embárcate en el camino hacia la residencia permanente y, en un futuro, la ciudadanía española. ¡Da el primer paso completando el formulario hoy!
En España existe la Ley 14/2013, que busca otorgar apoyo a los inversionistas y emprendedores que buscan internacionalizarse. Por eso, esta ley prevé un permiso especial de uno a dos años para aquellos extranjeros que desean invertir un capital en el país.
Existen 3 tipos de Golden Visa: la de activos financieros (para la que es necesario invertir al menos 1 Millón de euros), la de adquisición de inmueble (cuya cantidad mínima es de 500.000 euros) y la de proyecto empresarial (para lo cual hace falta un informe favorable antes de presentar la solicitud).
Algo muy importante y destacable de este permiso de residencia es que el mismo puede extenderse no solo a sí mismo, sino también a su cónyuge e hijos menores. Así, es posible trasladar a toda la familia si así lo quisieran.
Por otro lado, no es necesario vivir en España de forma permanente para conservar el visado, ya que el simple hecho de seguir manteniendo la inversión es suficiente para preservar y renovar la golden visa. Esto permite gran flexibilidad para viajar y residir donde el inversionista lo prefiera, otorgando gran libertad.
Invertir en el país es la mejor opción para aquellos extranjeros que desean acceder a un visado.
Lo primero es lo primero : debes recopilar todos los documentos necesarios para dar inicio al trámite.
Posteriormente, debes agendar una cita en el consulado.
Sabemos que puede ser confuso dar inicio a un trámite que se desconoce, y que, además, implica llevarlo adelante en un país distinto. Por eso, Extranjeristas te ofrece la posibilidad de guiarte y acompañarte a lo lado de todo el proceso.
Hemos vivido en carne propia el proceso de obtención de permisos de residencia siendo extranjeros, lo que nos da un valor diferencial: atravesamos la experiencia y la utilizamos a favor de nuestros clientes. Ponemos a disposición nuestros conocimientos y también sumamos la calidez humana y empatía que estos procesos necesitan.